Otra vez aparece en el centro de la pequeña pantalla el aviso de otra impersonal información.
Un "sin contenido" de pocas palabras que generalmente no anuncian noticias.
PAUSA
Te detienes, tomas el aparato entre tus manos, e intentas imaginar lo que a partir de ese minuto te espera; la información que se esconde detrás de ese nuevo símbolo.
La duda invade tus ideas. Ya no recuerdas que hacías hasta ese momento y decides finalmente dejar escapar la intriga y encontrar respuestas:
-Esa incertidumbre de la apasionada que espera un mensaje de amor.
-El amigo de siempre que necesita una confirmación para salir.
-El encuentro frustado, acompañado del típico Dnde tás?.
-El llamado sin contestar. El registro perdido.
-El domicilio que habías olvidado.
-La solicitud repetida: No tngo cred Llamame.
-Las noticias que no nos gustaría recibir y las incoherencias de quien atraviesa un mal momento.
-La duda existencial de quien estudiaba en aquel instante y busca soluciones.
-La invitación anhelada.
-El simple recordatorio de cuanto te aman.
Esta vez ya no lo piensas, te dejas llevar y oprimes la tecla. Has de saber de una vez por todas que senssaciones te esperan en el famoso buzón:
Digerir la noticia.
Reventar de alegría.
Dar una mano de amigo.
Llorar de emoción.
Sorprenderte al instante.
Prescindir de la informción...
